martes, 4 de septiembre de 2007

Cuando la piedra habla… (parte I)






Deseamos crear una comunicación libre entre
el artista y el espectador mediante una forma básica

En lo que sigue intentamos pensar sobre el habitar y el construir. Este pensar sobre el construir no tiene la pretensión de encontrar ideas sobre la construcción, ni menos dar reglas sobre cómo construir.
Heidegger


Cuando empiezas el primer año de bellas artes muchas personas te advierten que será el más duro porque no te dejan espacio para crear, sino que te mandan trabajitos técnicos para que vayas tomando destreza en las distintas técnicas artísticas. Esto que estás leyendo es un ejemplo de lo que esas personas no hicieron, crearse su propio espacio creativo. Trataremos de explicar aquí el desarrollo de los actos que nos sucedieron a lo largo del curso de técnicas escultóricas entre febrero y junio de 2007. Antes de comenzar queremos insistir en que este escrito no tiene por objeto establecer unas normas o unos pasos a seguir por el lector para hacerse a la idea de qué significa crear, en este sentido creemos que las definiciones (de arte) no ayudan a hacernos a la idea de lo que se está hablando sino que es realidad una invitación a vivirla, la palabra es pues una invitación al lector para experimentarlo, pero no por esto se convierte en norma, todo lo contrario, cada uno debemos descubrir y construir nuestra opinión a partir de nuestra propia experiencia, sin esta libertad ¿qué sentido tendría todo?
Encuentra tu propia respuesta.

El primer ejercicio de la asignatura consiste en realizar una obra en escayola, para lo cual necesitas varios ingredientes: escayola, agua y un molde donde dejar que se seque para después tallarla. Gracias a la colaboración del profesor que nos administró la escayola en polvo pudimos mezclarla con el agua hasta disolverla para verter la mezcla en una caja de cartón protegida con una bolsa plástica. Lo dejamos secar el tiempo suficiente hasta su endurecimiento, tanto en el molde como al aire libre con el fin de trabajarla. Cuando lo saqué del molde y pude ver la masa de escayola con las huellas formadas por el cartón y la bolsa de basura, me quedé mirándolo detenidamente, recorrí con la mirada las arrugas producidas por el contacto de la escayola con la bolsa, o viceversa. Mantuvimos una conversación.

Aquel cubo rectangular era contundente, me produjo una sensación difícil de explicar. Analizando las características formales podemos a posteriori hacernos una idea de esto. Podemos describirlo como una forma gris de tamaño mediano, la mitad del volumen contenido en una caja de cuatro paquetes de folios, que de una mirada ya puede ser visto. Ante el parecido general de los cubos debía fijarme en la diferencia entre el mío y el de los demás. En algunos casos las diferencias eran de tamaño, en otras era por la forma del molde y en otras por la superficie. En cualquier caso todas eran una misma forma pero diferentes entre sí. Esto me hizo pensar en las permanentes diferencias que existen incluso entre los mismos tipos de objetos. Todos tenían su propia esencia y a la vez una esencia común, era algo así como un concepto extra-polable a otros ámbitos, útil y reconciliador para con la naturaleza de los seres.

No dejé de mirarlo, desde todos los puntos de vista, rodeándolo con mi presencia para descubrir así qué me podía sugerir aquella forma tan básica. Me vinieron a la mente varias imágenes, pero hubo una que se diferenciaba del resto y era una obra de Bruce Nauman: “el espacio que hay debajo de mi silla”. La relación que existía entre mi forma básica y esta obra era puramente formal, como con otros trabajos de Jorge Oteiza. Todas ellas son cúbicas y establecen un curioso diálogo con el espacio que las conforma. Los distintos aspectos que me transmitía aquella escultura de escayola partían de mi interés por encontrarlos. La escultura me estaba hablando y yo sólo debía pararme a escuchar. Recomiendo con esta actitud estar abierto a los sentidos, recomiendo sencillamente estar sensible a lo que nos rodea, tanto a lo que vemos como a lo que no vemos. Creo imprescindible ser y estar sensibles.

Traté de establecer alguna relación entre mi escultura de escayola y las imágenes que me había sugerido, pero todo se convertía en una amalgama de posibilidades dispersas. Necesitaba saber por qué aquella forma básica había despertado en mí un desarrollo de conceptos y sensaciones libres. La búsqueda había comenzado.

Estuvimos de biblioteca en biblioteca mirando fotografías de esculturas que tuvieran alguna relación. Al principio fue la forma quien nos sugestionó, encontrando piezas similares: una unidad formal simple. Además de aquella obra de Bruce Nauman y algunos estudios sobre el espacio de Jorge Oteiza encontramos en la escultura natural de Carl André una posible analogía. Los torsos de Brancusi y el “Abrantegas” de Jean Dubuffet son otros buenos ejemplos. Los artistas del denominado land-art son afines: Richard Long, Carl Vetter y Michael Enneper son algunos de los más destacables. Mientras las semejanzas formales aparecían por doquier, la escasa relación entre los conceptos dividió la búsqueda por dos camino distintos: uno sería formal, y el otro conceptual. Esto generó un problema porque hasta entonces sólo teníamos la forma y faltaba por construir el contenido que la sustentaría. Pensamos entonces en qué queríamos decir con ese bloque.

Volvimos a enfrentarnos físicamente con la escultura, fuimos a verla nuevamente intentando hacernos conscientes de los distintos aspectos no formales que nos pudiera sugerir. En un principio fue la importancia del tiempo que dedicábamos a su visionado la que nos inquietó, junto con la relación que se establecía entre nosotros y el espacio a través de la obra. Así nos vino a la mente las obras prehistóricas. Esta vía de investigación fue una de las más intensas ya que la historia de ese período de la humanidad son, al fin y al cabo, una serie de hipótesis y no una realidad constatada y hermética, creando así una historia abierta esperando a ser re-descubierta por nosotros. Esta analogía formal y conceptual era precisamente la que más nos interesaba. El objeto era el nexo para el diálogo libre entre el espectador y su hábitat mediante la conciencia. Existen distintas teorías que explican el motivo por el cual en la prehistoria se colocaban las piedras como menhires, dólmenes y agrupaciones.


Todas ellas tienen algo en común, y es la función del objeto para despertar la conciencia del ser en el lugar, tanto para la limitación de un territorio o para la distinción de un lugar como mágico, es decir, son portadoras de información para un espectador sensible. Todas las hipótesis además de tener este punto en común, coinciden en que ninguna de ellas es refutable, por eso son hipótesis. Por lo que todas las opciones son igual de válidas. Este concepto lo podemos relacionar con la idea que Umberto Eco desarrolló en “Obra abierta”, describiendo la libertad del espectador para generar su propia opinión y conocimiento a partir de la obra de arte. Este libro es de importancia capital. Sin esa citada libertad no habrían aparecido aquellas relaciones en mi mente creadas por la escayola. Indudablemente cada persona genera distintas concepciones de la experiencia artística y esto lo hace más interesante. Tener conciencia de este hecho es vital para el creador, que necesita conocer las posibles reinterpretaciones de su obra. En este caso, la escultura al ser básica hace que las posibles interpretaciones queden menos sugestionadas por el artista y por la materia, por lo que quedan al descubierto los vértices de la comunicación: el emisor, el receptor y el mensaje, liberados por las características genéricas de la obra.

Tenía todas las características que deseo encontrarme en una obra de arte: una forma potente que me obligue a pensar en las diferencias. Concebí esta escultura como un primer paso para la investigación que hemos llevado a cabo. Descubrir las relaciones que mantenemos con el espacio mediante los objetos.

Todo esto explica la ausencia de talla en el bloque de escayola. Asumí entonces que no lograría mejorar aquella forma, estaba ya hecha, me vino dada, de ahí salió la conexión con los ready-made y el gesto duchampiano. Aún no estaba definida claramente esta relación, pero sabíamos que el acto de descontextualizar y contextualizar los objetos era relevante. Por lo que asumimos nuestro segundo ejercicio como un trabajo de campo, como una experiencia para la conciencia, como una práctica teórica. Esta segunda tarea consistía en tallar una piedra de alastro o un bloque de madera, nosotros elegimos piedra. Así que nos fuimos a por ella.

viernes, 31 de agosto de 2007

BE FREE, BE HERE, BE ONE...

Viaje a la mina

Todo comenzó en la facultad de bellas artes de Madrid, a finales del año 2006.La sensibilidad heredada de mi madre y mis continuas preguntas a la vida derivaron en una investigación más profunda:Un día cualquiera, en clase de historia del arte, comencé a oir unas risas peculiares mientras la profesora no paraba de explicarnos sobre el nacimiento del arte en las cuevas de Lascaux. Así, dichos elementos sonoros pasaron después a formar parte de mis paisajes más selectos, aquí,en la ya no tan prehistorica villa de madrid, como si un trueno de alegría conceptual hubiese impactado sobre las tensiones de un ambiente cerrado.El chico que desafiaba la pasividad,de la pregunta,del interés y del ánimo se llamaba Mikel,para mi ahora más conocido como broder, gregor, genius, master,cracker o mik trabukana.Sin haber rotado mucho la tierra, ya nos vimos envueltos en nuestra primera gran aventura: decidimos ir a por piedras para la asignatura de técnicas escultóricas,queriamos saber de donde salian estos ensimismados seres que no paraban de llenar nuestras ansias de curiosidad. Era luna llena y nada nos podia detener, salimos de madrid disparados,pareciamos dos fugitivos en busaca de comida, fugitivos con las pistolas cargadas a los que nadie podia detener.Queriamos piedras, aire puro y alguna que otra respuesta.Todo iba muy rápido mientras nos alejabamos de una jungla de asfalto hierros y cristal, necesitabamos reencontrarnos con nuestro medio real, la pura, desordenada y ordenada naturaleza.El atardecer caía como si una gran explosión de colores invadiesen nuestro sentido del gusto, y la luna se ponía......-llena! repetíamos.Ya casi de noche comenzamos a adentrarnos con la furgoneta de mikhael en un mar de planos que desafiaban la gravedad terrestre. Eran grandes monstruos naturales, tranquilos, hieráticos y sedentes,siempre conservando una increible tridimensionalidad irregular estática.No acabamos de encontrar un lugar apacible para pasar la noche en los valles perdidos de la frontera de soría, cuando derrepente, ya de noche encontramos una subida pérdida que no finalizaba y que miraba hacia la luna. Aqui nos qedamos!exclamó el capitan del navio.Ya cenados, en mik´s minimal restaurants , comenzamos a experimentar el nuevo territorio totalmente a oscuras, percibimos una atmósfera diferente, cargada de energia, sin torres de electricidad, solo aire puro natural.Yo no paraba de hacer fotos de interés escultórico y mikel no paraba de disfrutar el momento. Estabamos allí ,viendo como el cielo caía sobre dos hombres que se preguntaban acerca del origen de las piedras y de la esculrura.Al día siguiente nos despertamos para ver el amanecer dando un paseo en nuestro gigante de metal totalmente descontextualizado de su lugar originario. Vimos animales correr,vimos al sol despertar y nos fijamos en los aparentes espacios físicos que nos separan del universo. Ese gran luminoso día fue cuando caminando por nuestra nueva ciudad natural nos chocamos con los restos de un antiguo poblado casi desahabitado. Los antiguos restos nos sugerian numerosas formas básicas, que a la vez aludían constantemente a una descontextualización radical de algunos elementos,más artificiales,que naturales.Esta chispa artística es la que nos ronda en la cabeza, la importancia de la descontextualización de los elementos a la hora de crear para producir una comunicación potente,es necesaria. Los materiales naturales no descansaban y se nos presentaban a cada golpe de vista: piedras, árboles,restos de mamíferos, todo un universo donde relacionarse y comunicarse naturalmente no parece tan difícil.Esa misma tarde dejamos el paisaje exhausto de continua investigación y experimentación , aquel lugar tan mágico en aquel momento tan determinado.Nuestra ruta continuaba y en la unión de alabastreros nos esperaban....ya sabemos todos,.............Ésto róta!Paramos a descansar en un valneario natural próximos a Arnedo donde yacian unas rocas gigantes que en contacto con el agua del río desprendían humos y reacciones quimicas naturales.En la misma piscina natural fue donde nos encontramos con unas geishas de Bilbao acompañadas por sus respectivos machos protectores. Ellos nos recomendaron la observación de los distintos tipos de arcilla acumulados en el limbo entre el río y la virginal roca ardiente.Sin descansar de aprehender nos dirigimos como dos flechas a por las elementales piedras contextualizadas en citrueñigo en una nave industrial próxima a las minas de los montes sorianos.Ya en el pueblo de citrueñigo que nos resultó un hybrido entre naturaleza y artificialidad humana nos interesamos en conocer las funciones que desempeñaba la persona encargada de la extracción y los procesos que requieren las piedras y los minerales.El alabastro fue concretaente la piedra más extraída en esa zona de Navarra, una piedra en cierta manera delicada,blanca y muy traslúcida.La persona que se encontaba alli nos explicó todo el proceso de extraccióndesde las canteras hasta que las piedras llegaban a la nave industrial, también nos clasificó y mostró todos los tipos de alabastro que se trabajaban en esa zona, y nos invito a experimentar con una piedra gris my extraña conocida como hierro porque según él,destrozaba el filo de diamante de las los monstruos de metal gris o más conocidos como máquinas.Después de tirarnos un buen rato aprehendiendo sobre piedras con aquel personaje tan amable pasamos a nuestro proceso de elección para crear una nueva "obra".Mirabamos detenidamente las diferentes formas y los diferentes tamaños.Teniamos montañas de piedras trabajadas o sin trabajar a nuestra disposición para seleccionarla y posteriormente comunicar algo potente con ella ya que representaría esta etapa transitoria.Elegimos dos piedras virgenes mayores para estudiarlas y comprenderlas y después nos obsequiaron con distintos tipos de "cristal" unas aglomeraciones de agua que se producen en los espacios intersticiales interiores de las formaciones pétreas.En efecto eran betas de cristal que en algunos casos ,después de tanto la tierra rotar, quedan totalmente solidificadas formando aglomeraciones de cristal.Déspues de aquel momento tan intenso nos tubimos que ir ya que el joven de la industria ya nos había dedicado demasiado tiempo extra.Ese fue el momento que el viaje siguió su rumbo para acabar regresando a Madrid , y qedo registrado en nuestras respectivas memorias como algo casi inexplicable y casi intangible.
Alone













































...es mejor escuchar (parte II)

La piedra era el material ideal. Como símbolo lo llevamos usando miles de años, desde el neolítico y como instrumento desde el paleolítico. Al principio con menhires que relacionaban el espacio físico con el espacio mental, cuando colocábamos esas piedras de forma vertical queríamos transmitir algo, esto es un espacio mental producido por la memoria colectiva. El motivo específico por el cual se colocaban esas piedras difiere dependiendo de la zona del planeta. En algunos casos están inscritos en las rutas migratorias y se convierten en zonas de descanso o como una señalización para los itinerarios. En otros designan un lugar como mágico o lo relacionan con los cuerpos estelares. En cualquier caso, llevamos usando la piedra mucho tiempo, permanecemos en este mundo en co-existencia con ella y con los materiales. Así pues en todas las civilizaciones los materiales que obtenemos de base natural son básicos para nuestra existencia. La relación que mantenemos con ellos no es vertical ya que nada es superior a nada. Por lo que las materias co-existen y se complementan, no se niegan y a lo largo del tiempo evolucionan, tanto las piedras, como las personas y como las ideas. Debemos tener en cuenta siempre esta relación de las materias con el tiempo y con el espacio, ya que nada es eterno y su degradación es sólo cuestión de tiempo. Esa evolución debe ser parte, en la medida de lo posible, de la conciencia del creador y de la obra no sólo por su posible rendimiento estético sino también por su interés conceptual.

Pensar en piedra es pensar en el ser humano, en la evolución pareja que hemos llevado desde tiempos remotos. Así las piedras han mutado de forma por motivos naturales: terremotos, agresiones ambientales, etc. Y también por razones artificiales, para la construcción de casas, objetos, etc. Sea de forma natural y lenta, o sea por motivos humanos y acelerada, la evolución es parte de todos nosotros. Es, no sólo parte de la vida sino, necesaria. Sin evolución cualquier especie está destinada a extinguirse. Los cambios son necesarios para la supervivencia y atienden principalmente a los factores ambientales. Así si la evolución se aleja de la realidad en derredor sus beneficios serán también lejanos para un bien común, con esto quiero decir que si nos olvidamos de las consecuencias de nuestros actos los efectos son por lo menos desconocidos. Atendiendo a las visibles secuelas que estamos generando desde hace varios siglos por la contaminación (industrial, acústica, etc..) advertiremos que se produce la paradoja propia del ser humano. Con el desarrollo de técnicas industriales hemos facilitado nuestras propias acciones y hemos incitado a una ansiedad por el confort, entendiendo este vocablo como una pasividad del cuerpo y de la mente. Este confort es incitado por el sistema económico en el que nos inscribimos, que nos dicta lo que debemos hacer, comer, vestir y pensar. Deseamos, en consecuencia, un progreso de las tecnologías para que así nos faciliten al máximo nuestra supervivencia en el planeta, pero mi pregunta es: si los medios que hacen esto posible aceleran el proceso de destrucción del planeta ¿en qué hemos avanzado?. Es la pescadilla que se muerde la cola, queremos prosperar con medios nocivos para nuestra propia existencia, este modelo occidental de progreso ha de evolucionar aunque siendo por ello nuevamente paradójico. Descontextualizando y contextualizando nuevamente una piedra podemos sugestionar la mente del espectador y estimular la evolución (de pensamientos).

El arte como medio para criticar esta incoherencia existencial es una opción que desde aquí revindicamos como posible y sana. Entendemos por crítica la suma de una queja y una alternativa, por lo que debe aportar algo positivo. Con estas implicaciones, que desde alguno sectores de la ignorancia se tacharán de politizadas, podemos dotar de un mayor equilibrio a nuestra realidad y a la realidad que nos rodea. Resulta paradójica la conexión con nuestros ancestros: entonces la extensión horizontal del paisaje les incitó a marcar un límite vertical (menhir) para hacer más fácil su orientación y por lo tanto su vida; ahora colocamos una piedra para concienciarnos de los nefastos resultados de nuestra capacidad de acomodación del hábitat, cuando debería ser un diálogo entre el espacio y nosotros mediante el objeto (piedra), además de otras implicaciones artísticas.

Muchas veces es mejor mover antes las neuronas que las manos. Desarrollando las ideas y los conceptos podemos tomar conciencia de todos los factores que construyen el contexto en el que nos encontramos. Para hablar de algo es necesario un conocimiento previo de lo que se está hablando. Comprendiendo el medio en el que nos movemos, podremos ser más conscientes de lo que hacemos y el acto de crear no será sólo un acto creativo influenciado por el azar, sino que vendrá acompañado de una complicidad entre la mirada y el pensamiento, dándole al contenido de la obra una intencionalidad mayor con respecto al espectador.

Concluimos que algunas formas básicas poseen una potencialidad para sugerirnos formas y conceptos. Históricamente los menhires son un ejemplo de ello. Hallamos también analogías claras y directas con el land art. Debemos reconocer su influencia, ya que somos herederos de su trabajo como del de los dadaístas y surrealistas con sus caminatas, sin olvidar a los situacionistas. Vemos que antes que nosotros han habido otros que han hecho lo mismo, que han pensado lo mismo, y otras personas caminarán el mismo camino.

Presentamos nuestras experiencias en un día acordado con los profesores ante nuestros compañeros. El lugar elegido fue en el aula situada junto al taller de forja en el anexo de escultura de la facultad. Nos encontramos más personas de las que esperábamos, pero solo unas pocas hablamos, ya que nuestro objetivo no era exponer una charla sino un diálogo compartido. A lo largo de cuarenta minutos estuvimos reunidos frente a unas pocas imágenes proyectadas en grande, mientras dos cámaras de video eran testigos de lo ocurrido. Partimos de un planteamiento ordenado que tuvimos que modificar sobre la marcha debido a la pasividad de nuestros colegas. Asumimos nuestro papel y decidimos recorrer de puntillas un contenido que habíamos elaborado con creces y no profundizamos en algunos puntos en los que nosotros reconocemos su merecido interés. En un primer momento hablamos de la conciencia del ser y del lugar, apocándonos en fragmentos de textos de filosofía oriental entre otros. Incidimos en la realidad que nos toca vivir, desde la facultad hasta el cambio climático. Recorrimos la historia de la humanidad con la piedra como símbolo, desde el neolítico hasta las caminatas dadaístas. La importancia de la contextualización y descontextualización en el proceso creativo fue uno de nuestros pilares. Parecía como si los temas no quisieran hacer acto de presencia y esperaban a que fuéramos en su búsqueda. Finalmente les presentamos el primer germen de esta experiencia, nuestros primeros eco-ready-made: el dolmen madrileño como último comentario.

Propusimos entonces salir a conocer nuestros ejemplos sobre el tema, en forma de piedras, descontextualizadas, y contextualizadas de nuevo, esta vez por nosotros. Salimos a ver la primera piedra todos juntos caminando hacia los olivos, al llegar, los comentarios comenzaron a surgir. Estuvimos unos minutos mirando la piedra y nadie se acercaba, no la tocaron hasta que se lo propusimos. Solo algunos atrevidos disfrutaron de la sensación táctil del eco-ready-made. Tras los clásicos comentarios partimos en búsqueda de la segunda piedra, dentro de la facultad. Les guiamos por un sendero poco recorrido habitualmente en la facultad pero que por sus características físicas tiene una acústica interesante. Al llegar los comentarios brotaron de forma más libre, ya que el impacto que produjo la presencia de la piedra en las instalaciones de la facultad fue mayor que el situado en el exterior. Rodeándola permanecimos hablando hasta que las personas fueron desapareciendo como gotas de agua. Nos quedamos unos pocos para seguir caminando. Quien jamás haya caminado no sabrá de lo que hablo, quien lo haya hecho sabrá que no se puede halar de ello.

Wittgenstein escribió que de lo que no se puede hablar es mejor callar..

Añadiremos:

…es mejor escuchar.

“simplemente esparciré grafito en mi papel de dibujo y

haré que las partículas formen líneas y figuras con sólo mirarlas”

Von Wieser

aprox.1915

WR1: mkl & all on

jueves, 30 de agosto de 2007

miércoles, 29 de agosto de 2007

Los siguientes textos son extracciones que hemos realizado para que al lector interesado le resulte más fácil caminar por los mismos caminos que nosotros hemos caminado antes.


1. Introducción: conciencia del ser y del lugar.
2. Contenido: formas básicas, eco-ready made, libertad creativa.
3. Historia: paleolítico, minimal, land art, street art, obra abierta.
4. Práctica: el arte es mímesis.

1. Introducción: CONCIENCIA DEL SER Y DEL LUGAR

En lo que sigue intentamos pensar sobre el habitar y el construir. Este pensar sobre el construir no tiene la pretensión de encontrar ideas sobre la construcción, ni menos dar reglas sobre cómo construir.
Heidegger

En el modo de tener, los estudiantes sólo tienen una meta: retener lo "aprendido". Con este fin lo depositan firmemente en su memoria, o lo guardan cuidadosamente en sus notas. No deben producir ni crear algo nuevo. De hecho, los individuos del tipo de tener se sienten perturbados por las ideas o los pensamientos nuevos acerca de una materia, porque lo nuevo los hace dudar de la suma fija de información que poseen. Desde luego, para quien tener es la forma principal de relacionarse con el mundo, las ideas que no puede definir claramente (o redactar) le causan temor, como cualquier cosa que se desarrolla y cambia y que no puede controlarse.

TENER Y SER
Erich Fromm


La naturaleza está siempre ahí. Se sostiene a sí misma. En ella, en la selva, podemos impunemente ser salvajes. Podemos, inclusive, resolvernos a no dejar de serlo nunca, sin más riesgo que el advenimiento de otros seres que no lo sean. Pero, en principio, son posibles pueblos perennemente primitivos. Los hay. Breyssig los ha llamado "los pueblos de la perpetua aurora", los que se han quedado en una alborada detenida, congelada, que no avanza hacia ningún mediodía.

Esto pasa en el mundo que es sólo naturaleza. Pero no pasa en el mundo que es civilización, como el nuestro. La civilización no está ahí, no se sostiene a sí misma. Es artificio y requiere un artista o artesano. Si usted quiere aprovecharse de las ventajas de la civilización, pero no se preocupa usted de sostener la civilización..., se ha fastidiado usted. En un dos por tres se queda usted sin civilización. ¡Un descuido, y cuando mira usted en derredor, todo se ha volatilizado! Como si hubiese recogido unos tapices que tapaban la pura naturaleza, reaparece repristinada la selva primitiva. La selva siempre es primitiva. Y viceversa: todo lo primitivo es selva.

Ortega y Gasset
La Rebelión de las masas

“Las rutinas de vida cotidiana son fundamentales aún para las formas más elaboradas de organización social. En el curso de sus actividades diarias, los individuos se encuentran entre ellos en contextos situados de interacción: una interacción con otros que están físicamente co-presentes.”

Anthony Giddens
Conciencia, propio-ser y encuentros sociales


“Budismo es un término occidental que no existe en oriente. El termino usual es Buddhadharma, sánscrito, que se compone de dos términos: Buddha, que quiere decir “asunto, cosa”; juntos quiere decir “el asunto del despertar”, el Camino del Despertar –y “el budismo no es el camino a la felicidad, la felicidad es el camino”, lo que nos llevaría a la idea de la felicidad como modo de vida- y eso puede aprenderse. Los budistas lo aprenden porque quieren “despertar”, pero ello no quiere decir que todos los budistas sean unos “dormidos” sino que todos somos unos dormidos. Estamos dormidos; lo que se vive es como un sueño confuso, desconcertante, contradictorio y cambiante. Nada es de confiar en un sueño, todo muta, se mueve, se contradice. Nada es absoluto, todo es relativo. Todo puede perderse y, de hecho, se pierde, por lo tanto todo es padecimiento. El budismo llevaría a despertar del sueño de las angustias y los padecimientos.”

Juan José Bustamante
Ser budista

La necesidad de un profundo cambio humano no sólo es una demanda ética o religiosa, ni sólo una demanda psicológica que impone la naturaleza patógena de nuestro actual carácter social, sino que también es una condición para que sobreviva la especie humana. Vivir correctamente ya no es sólo una demanda
ética o religiosa. Por primera vez en la historia, la supervivencia física de la especie humana depende de un cambio radical del corazón humano. Sin embargo, esto sólo será posible hasta el grado en que ocurran grandes cambios sociales y económicos que le den al corazón humano la oportunidad de cambiar y el valor y la visión para lograrlo.

Nuestra comprensión de la cualidad de conocer en el modo de existencia de ser puede ampliarse con los pensamientos de Buda, de los profetas hebreos, de Jesucristo, del Maestro Eckhart, de Sigmund Freud, de Karl Marx. Según su punto de vista, el conocimiento empieza con la conciencia del engaño de lo que
perciben nuestros sentidos en el sentido de que nuestro panorama de la realidad física no corresponde a lo que "realmente es" y, principalmente, en el sentido de que la mayoría de la gente está semidespierta, semidormido, y no advierte que la mayor parte de lo que cree verdadero y evidente es una ilusión
producida por la influencia sugestiva del mundo social en que vive. Así pues, el conocimiento empieza con la destrucción de las ilusiones, con la desilusión. El modo de ser tiene como requisitos previos la independencia, la libertad y la presencia de la razón crítica. Su característica fundamental es estar activo, y no en el sentido de una actividad exterior, de estar ocupado, sino de una actividad interior, el uso productivo de nuestras facultades, el talento, y la riqueza de los dones que tienen (aunque en varios grados) todos los seres humanos. Esto significa renovarse, crecer, fluir, amar, trascender la prisión del ego aislado, estar activamente interesado, dar. Sin embargo, ninguna de estas
experiencias puede expresarse plenamente con palabras. Éstas son recipientes que se llenan con la experiencia que se derrama de los recipientes. Las palabras señalan una experiencia, pero no son la experiencia. En el momento en que expreso lo que siento, exclusivamente con el pensamiento y las palabras, la experiencia desaparece, se seca, muere, es sólo una idea. Por ello ser constituye algo que no puede describirse con palabras, y sólo es comunicable si alguien comparte mi experiencia. En la estructura de tener, dominan las palabras muertas; en la estructura de ser, domina la experiencia viva e inexpresable. (Desde luego, en el modo de ser también hay un pensamiento vital y productivo.)
De los pensadores contemporáneos, ninguno ha percibido el carácter pasivo de la actividad moderna tan profundamente como Albert Schweitzer, quien, en su estudio sobre la decadencia y la restauración de la civilización, consideró al Hombre moderno como un ser sometido, incompleto, disperso, patológicamente dependiente y "absolutamente pasivo".

TENER Y SER
Erich Fromm

Para el Zen la obra de arte no es una representación de la naturaleza porque proviene de ella misma, como una disciplina espontánea, un accidente controlado.

El Zen el arte

2. Contenido:
FORMAS BÁSICAS: POTENCIALIDAD DE LOS OBJETOS PARA SUGERIR FORMAS Y CONCEPTOS

La escultura clásica en sus aspectos formales respondía a unas reglas concretas que, desde sus orígenes, se expresan a través de la representación pitagórica de los cánones, entronizando la figura humana como “metron” del universo. Las reglas que respetaban los escultores clasicistas no eran simples conjuntos de medidas necesarias para conseguir resultados armoniosos sino que respondían a ideas de índole filosófica. (…) Estos conjuntos de normas, más o menos explícitas, van a dotar a la escultura clásica de un aspecto formal y una presencia física muy determinada. (…) Pero no sería prudente definir el arte escultórico sólo a través de estas cuatro caracteristicas que nos ayudan a definir la escultura de forma parcial, ya que entre las cuatro configuran otra cualidad de orden superior que hace de las esculturas obras inconfundibles, a esta cualidad la vamos a denominar “presencia física”. La presencia de la escultura tiene tal poder que ha reclamado para su ubicación los lugares más significativos en los edificios y en la ciudad. (…)

La escultura, con cualidades que configuran su “presencia física”, es capaz de dotar de significado al lugar y se convierte en hito. De esta manera la escultura, y cierto tipo de construcciones arquitectónicas que pretenden algunas de las cualidades escultóricas, como las puertas de las ciudades, se convierten en monumentos. (…)

En todas las culturas el gesto ha sido el mismo, colocar en posición vertical una o varias piedras que sirven de hito en un lugar dotándole de un carácter y una significación determinadas y diferenciadoras cuyo objeto puede sacralizar el lugar, como sucede en el caso de Stonehenge y Averbury, o simplemente dignificarlo, como es el caso de los monolitos o las estatuas que se ubican en las plazas de las ciudades, erigidas como ofrendas o signos de pertenencia a un determinado personaje político o religioso. En cualquier caso, en todas estas manifestaciones se halla latente la idea de conmemoración que ha definido al monumento. (…)

Todo arte tiene que ver con la forma, desde la literatura y la música hasta la arquitectura o la pintura, pero, el trabajo de los escultores, más que cualquiera de los de los otros artistas, ha consistido de dar forma a la materia a través de unos procedimientos específicos, como cincelar, modelar, tallar, trepanar, pulir, etc. Estos trabajos convertían una piedra informe o una pasta amorfa en una figura con unos contornos precisos y definidos.
La pretendida negación de la forma concreta que algunas de las vanguardias de la modernidad han defendido ha ayudado a relegar a un segundo plano estos oficios tradicionales para valorar, por lo novedosa, otra actitud que se enfrenta al concepto de “formar”, la de “construir”. Construir va a ser la nueva tarea de la escultura de estos últimos años. La acción de construir va a desarrollar nuevos procedimientos escultóricos, como armar, ensamblar, fabricar o edificar. (YO AÑADIRÍA: despertar el pensamiento)

Javier Maderuelo
La pérdida del pedestal


Produciendo una emoción, o incitando un pensamiento, la comunicación artística desborda los límites de la razón. Aquí reside, a mi entender, la especificidad del hecho artístico, precisamente en su carácter no racionalizable y, por supuesto, no verbalizable. Si la obra de arte tuviera traducción al lenguaje escrito, habría perdido, desde este momento, todo su sentido de ser. Cuando digo que la obra, además de emocionar al espectador, puede desencadenar un pensamiento, me refiero a que en ella pueden existir elementos que estimulen la razón, pero aún así, siempre habrá algo que sobre pase la barrera del entendimiento, algo que escape a cualquier intento explicativo o descriptivo.
El insistir en el espectador es importante, pues con ello quiero afirmar que sin su complicidad es impensable el hecho artístico. En sintonía con el pensamiento de Duchamp, considero que autor, obra y espectador, forman los tres vértices de un triángulo comunicativo, sin cuya concurrencia queda anulada la pretensión de arte.

José Luis Gutiérrez Muñoz


El desarrollo de la sensibilidad contemporánea ha ido, en cambio, acentuando poco a poco la aspiración a un tipo de obra de arte que, cada vez más consciente de la posibilidad de diversas “lecturas”, se plantea como estímulo para una libre interpretación orientada sólo en sus rasgos esenciales. (…) La “sugestión” simbolista trata de favorecer no tanto la recepción de un significado concreto cuanto un esquema general de significado, una estela de significados posibles todos igualmente imprecisos e igualmente válidos, según el grado de agudeza, de hipersensibilidad (…)
Esta intención se muestra con mayor claridad en obras de abierta clave simbólica, tal como pueden definirse, por ejemplo, las obras de Kafka; mientras que el alegorismo clásico atribuía a cada figura un referente perfectamente determinado, el simbolismo moderno es un simbolismo “abierto” precisamente porque pretende fundamentalmente ser comunicación de lo indefinido, de lo ambiguo, de lo polivalente. El símbolo de la literatura y de la poesía moderna tiende a sugerir un “campo” de respuestas emotivas y conceptuales, dejando la determinación del “campo” a la sensibilidad del lector.

“Obra Abierta”
Umberto Eco


Formas básicas sugestionan al espectador para que active su conciencia frente a la obra, ella le llevará al espacio y a él mismo.
La inercia de la situación creada por el mismo espectador, al acercarse a la obra, le estimula al desarrollo de conceptos y formas.
La evolución se prevé necesaria y ahora por supervivencia. Una actitud contemplativa y pasiva frente a los sucesos que nos rodean acelera una inercia negativa. La conciencia del espectador frente a la obra debe crecer para una implicación mayor en el diálogo con el ambiente.

“De lo que no se puede hablar, es mejor callar”
Ludwing Wittgenstein
Tratatus Logico-philosophicus


ECO-READY-MADE: CONTEXTUALIZACION Y DESCONTEXTUALIZACION

Duchamp "fuente", 1912: el caso Mutt
"ready-made" algo ya hecho, previamente fabricado
mejor industrial, en menor medida natural
es por la deshumanización de la obra de arte
no posee artisticidad
elegir objetos que no contengan ninguna emoción estética - indiferencia o neutralidad visual
ausencia del buen o mal gusto
argumento literáreo - que cambia con el pensamiento artístico del autor
el objeto descontextualizado es obligado a significar varias cosas a la vez
ELEGIR - no fabricar, construir, crear en el sentido clásico de la palabra sino crear en el sentido postmoderno de la palabra..
“El artista elige, no crea” – ready-made.
“..entre los objetos del universo industrial o natural (en menor medida)”
“Es preciso lograr algo de una indiferencia tal que no provoque ninguna emoción estética. La elección de los ready-made está basada siempre en la indiferencia visual. Al mismo tiempo que en la ausencia total de buen o mal gusto” “Bueno, si Ud. quiere, mi arte sería el de vivir cada segundo, cada respiración es una obra que no se inscribe en ninguna categoría, que no es ni visual ni cerebral. Es una especie de euforia constante”

LIBERTAD PARA EL CREADOR, PARA EL ESPECTADOR Y PARA LA OBRA

“simplemente esparciré grafito en mi papel de dibujo y
haré que las partículas formen líneas y figuras con sólo mirarlas”

Von Wieser
1915 aprox.


3. Historia: EL ANDAR COMO PRÁCTICA ESTÉTICA Ed. GG

paleolítico, caminatas dadaístas, surrealistas y situacionistas, minimal, land art, street art..
Ka: eterno errar.
La piedra, el único material que por ser eterno podía estar contenido en el ka.

Oteiza
Arte antiguo:
1. El arte es expresión, comunicación.
2. El arte parte de cero, de una nada, para renovar es cada época su lenguaje de expresión.
3. La realidad del arte se identificará con la realidad de la Naturaleza.
Arte moderno:
1. El arte no es expresión.
2. La nada es el punto de llegada
3. El arte es incomunicación con la realidad - 1. es testigo de una época, además de ser un reflejo de la sociedad. 2. tiene una función poética que recurre a sí mismo a la estructura original


4. Práctica : El arte es mimesis

“La mimesis es una actitud o disposición de la naturaleza para aproximarse a aquello que es –a lo que no cambia, a lo real-, mediante una acción caracterizada por establecer marcas en el espacio y en el tiempo. Estas marcas son los puntos precisos para construir o, mejor, reconstruir el carácter virtual de lo fijo, necesario y eterno como fases de un movimiento sin fin”

Platón


“La escultura es la esencia de las cosas,
de la Naturaleza y de lo eternamente humano”
Lehmbruck


“The greatest happiness is the contact
between our essence and the eternal essence”
Brancusi





WR1

jueves, 23 de agosto de 2007

lunes, 13 de agosto de 2007

we're welcome

este es el principio.
hace millones de años que empezamos.
hoy lo volveremos a hacer, una vez más.
todos somos bien venidos.